22/11/09

La cultura en la Revolución cubana

Como el tema es prácticamente inabarcable, escogeré algunos de los asuntos y problemas que me parecen centrales, en el espíritu de incitar a los intercambios y debates de este Foro, más que de exponer argumentos que no cabrían en los objetivos y el tamaño de este texto.

La Revolución misma ha sido el mayor y más trascendente hecho cultural de este medio siglo. Ella hizo retroceder los límites de lo posible y desató las actuaciones, las ideas, los sentimientos y las potencialidades humanas. La mayoría de los cubanos y cubanas salió del mundo en que vivía, lleno de opresiones, miseria material, injusticias, mezquindades, falta de oportunidades y de escolarización. En un mismo proceso se apoderaron de su país y de sus condiciones de existencia, y fueron volviéndose capaces de ir muy lejos en cuanto al cambio de sí mismos y al de sus relaciones, sus vidas y la sociedad. La revolución inspiró, exigió o permitió a las personas y grupos sociales mayoritarios lograr esas adquisiciones y transformaciones prodigiosas. Los hechos y los avatares de la revolución han sido el medio fundamental para el proceso de la cultura cubana desde 1959 hasta hoy.

No voy a ofrecer los datos de ninguno de los inmensos logros de estos cincuenta años –datos que están alcance de ustedes--, pero todo lo que escribo aquí se basa en ellos. Ese es otro aporte cultural extraordinario de la revolución cubana: al existir y ser como es, permite a cualquiera en el mundo referir lo que sería un ideal o un sueño de mejoramiento social y humano a un ámbito existente, Cuba, y estudiar y pensar sus características, victorias y derrotas, frutos y errores, carencias y enemigos, como unas realidades que ya poseen inclusive historia propia. Me permito pedirles que lean los datos de esos inmensos logros tratando de integrarlos en una comprensión de sus articulaciones, su organicidad, sus resultados, sus limitaciones y sus proyectos implícitos. En ese terreno se mueve este comentario.

La cultura popular cubana posee un alto grado de politización, rasgo formado en el curso de la creación de la nación y la identidad cubanas. Las revoluciones contra el colonialismo español y la esclavitud hicieron al cubano, dándole un sentido muy nacionalista y patriótico a la comunidad que se había estado integrando en la isla. La nación Estado de 1902-1958, pese a su régimen capitalista neocolonial, era entendida por el pueblo en términos de libertad y justicia social por completar, y el pasado heroico era cantado y sentido como proyecto por realizar o consumar. La revolución de 1959 se apropió de toda esa fuerza cultural, sus símbolos y sus representaciones, porque ella la identificó como libertad y justicia verdaderas y para todos, y la revolución se ganó esa confianza con sus hechos. La cultura popular cubana ha estado hasta hoy en la base del socialismo cubano, y una y otro se legitiman mutuamente.

Hasta 1959, tanto las formas culturales tradicionales como las consideradas modernas discurrían dentro del sistema de dominación. La revolución propició gigantescas jornadas en las que el pueblo organizado y el poder revolucionario se fundieron y forjaron una unidad en incontables terrenos. Fueron ellos la revolución agraria, las campañas de alfabetización y escolarización, el armamento general del pueblo, la nacionalización de la mayor parte de la economía, la liquidación del enorme desempleo, el reparto equitativo de la alimentación, la subordinación del mercado, la propiedad y el dinero a los intereses, las necesidades y la idea de justicia de la sociedad, la honestidad administrativa y el servicio al pueblo como normas para juzgar al gobierno, la universalización de la salud y la educación gratuitos, y de la seguridad social, la redistribución sistemática de la riqueza social, y otros. Al mismo tiempo sucedieron la movilización y los sangrientos combates contra los enemigos internos y las agresiones del imperialismo norteamericano, el permanente bloqueo económico y la hostilidad de los Estados Unidos --empeñado hasta hoy en acabar con la Revolución--, la necesidad de pensar siempre en la defensa, y dedicar a ella enormes esfuerzos, recursos y seres humanos. El conjunto generó una férrea unión que identificó a la sobrevivencia, el ser nacional, la manera de vivir y el futuro. La revolución planteó la unificación de los objetivos de mejoramiento humano con los de liberación nacional y social. A esa característica hay que referir la grandeza, la fuerza y los aciertos de la Revolución, y también una parte de sus debilidades y errores.

Para analizar los temas de revolución y cultura en Cuba es imprescindible partir de que somos parte de la mayoría del mundo que fue colonizada, neocolonizada y “subdesarrollada”, para que el capitalismo pudiera existir y expandirse. Por esa causa, vencer al capitalismo y crear el socialismo era nuestra única opción viable. Pero todo el proceso de este medio siglo se ha visto obligado a una dialéctica muy difícil entre las modernizaciones y las liberaciones, cuyos ejes pueden apreciarse repasando las grandes tareas que relaciono en el párrafo anterior. Ellas combinan la lucha por adquirir lo que se llaman logros de la civilización con otra muy diferente, pero que está obligada a ser simultánea, para lograr las liberaciones de los seres humanos y la sociedad. La única cultura mundial orgánica que ha existido es la del capitalismo, y el pueblo que no la va destruyendo en el mismo proceso en que se “desarrolla”, aunque se llame socialista, termina reabsorbido por ella, como demuestran las experiencias históricas. Cuba ha alcanzado niveles muy altos de desarrollo en numerosos campos, algunos comparables a los más altos del mundo, a pesar de que sigue siendo “subdesarrollada” en otros campos de suma importancia. Lo esencial y distintivo de Cuba es que se guía por lo que aporta bienestar a las mayorías, defiende la soberanía nacional y colabora con otros pueblos del mundo, y no por los intereses materiales de una minoría.

Un aspecto central de la posición cubana ha sido hacer conciencia del sentido capitalista de la modernización a secas, del determinismo económico y la apelación al egoísmo y el afán de lucro como motivaciones. Ese logro cultural trascendental de la práctica y la conciencia provee una denuncia del sistema capitalista, que somete a las mayorías a un sinnúmero de iniquidades y a todos al imperio de enfrentarse unos a otros, disfrazando el poder inmenso de la burguesía, su Estado y sus demás estructuras de dominación con la primacía formal y abstracta de libertades, iniciativas, intereses y retribuciones individuales. La opción socialista cubana no es un paseo, ni ha tenido una evolución lineal. Su historia registra muchos avances, pero también detenciones e incluso retrocesos. Recaer en los usos y las ideas del mundo que combatimos es fácil, porque este es muy fuerte y está presente prácticamente en todos los escenarios, desde las relaciones internacionales hasta el cerebro y los deseos de cada uno de nosotros. Es imprescindible ir mucho más allá de lo que parece posible, de lo que permite el nivel de reproducción de la vida social existente, aunque las escaseces, los límites y los enemigos puedan ser agobiadores. La revolución y el país sólo pueden sostenerse, y avanzar su régimen de transición socialista, mediante un poder muy fuerte, defensor de la patria y redistribuidor sistemático de la riqueza social, y una unidad ideológica que controla el consenso. Pero es imperativo vencer la tentación burocrática, basarse en la participación y el control popular, y lograr que el poder siempre sea guiado por el proyecto.

La cultura es tan valiosa para nosotros porque, al mismo tiempo que satisface y eleva al ser humano, es un puente imprescindible entre la justicia social como prioridad de la libertad y la liberación de todas las dominaciones y el florecimiento de todas las capacidades humanas como proyecto de la Revolución.


Fernando Martinez Heredia
Foro Cubarte

Encendido debate en Congreso de EEUU sobre liberalización de viajes a Cuba

Legisladores demócratas y republicanos sostuvieron este jueves un encendido debate sobre la posibilidad de levantar las restricciones de viajes a Cuba para los estadounidenses, que han sido mantenidas casi sin interrupción desde hace poco menos de medio siglo.

La discusión en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes tiene como telón de fondo un proyecto de ley que permitiría a todos los estadounidenses viajar a la isla.

“Este es el único país del mundo donde a nuestra población no se le permite ir”, señaló el presidente de la comisión, el demócrata Howard Berman (California).

“Bajo cualquier perspectiva, la prohibición vigente desde hace casi 50 años simplemente no ha funcionado”, dijo Berman.

“La prohibición a los viajes no es una sanción a Cuba, es una sanción a los estadounidenses impuesta por nuestro propio gobierno”, estimó el demócrata Bill Delahunt (Massachusets).

Los impulsores del proyecto de ley en la Cámara (435 escaños) afirman que cuentan con el respaldo de más de 200 legisladores, tanto demócratas como republicanos.

La republicana de mayor rango en la comisión, Ileana Ros-Lehtinen (Florida), defendió las restricciones a los viajes, vigentes desde 1963, salvo de 1977 a 1982, cuando el presidente Jimmy Carter las levantó.

La legisladora cubanoestadounidense fustigó la posibilidad de “recompensar al régimen de Cuba con turismo y dinero”.

Los republicanos aseguran que los demócratas no tienen los votos suficientes para aprobar la ley, y que esta fracasará tal y como pasó con iniciativas similares anteriores, en un Congreso muy sensible al tema de Cuba.

Cuba “no es una amenaza para nuestra seguridad” y “levantar la prohibición a los viajes serviría a nuestros intereses”, indicó el ex jefe antidroga de Estados Unidos, Barry McCaffrey, uno de los testigos invitados a la audiencia de este jueves.

Fuente: CUBADEBATE

Las aviesas intenciones contra Cuba de Human Rights Watch

No es casualidad, sino mal ocultada intención la que anima el reciente informe de la llamada organización Human Rights Watch (HRW), cuando una vez más levanta calumnias contra Cuba, inspirada en la más rancia y lucrativa motivación de la extrema derecha fundamentalista, de la que forman parte activos personeros de origen cubano establecidos en Washington y Miami. ¿Simple coincidencia o disparo dirigido a frustrar cambios en la política norteamericana en relación con la Isla? ¿Por qué la diatriba reiterada sale a la luz, precisamente, cuando la Cámara de Representantes de EE.UU. debate una moción dirigida a restablecer el derecho constitucional de los norteamericanos de visitar a su vecina ínsula?

No existe casualidad, sino disparo fallido de HRW contra la inteligencia de los legisladores estadounidenses y del público en general, para complacer a recalcitrantes enemigos de La Habana, aportadores al financiamiento del barniz de Organización No Gubernamental, con el cual se baña la entidad que dirige el desprestigiado José Miguel Vivanco. Este chileno de nacimiento, con vínculos probados con la CIA y residente en Washington, con el autobombo de "Jefe para las Américas" de HRW, escogió la ocasión que le pareció más propicia para difundir falsedades mediante un "infiltrado" suyo en la Antilla Mayor, quien de hecho gozó de la libertad que pretende negar para pasear y conspirar.

En declaraciones al diario El Nuevo Herald de Miami, el paseante Nik Steinberg reconoce que pasó dos semanas este verano en la Isla, donde visitó siete provincias "en secreto", para captar criterios de "disidentes" y familiares sobre la situación de los derechos humanos. Recordemos que el eufemismo "disidente" es una especie de título nobiliario que se auto endilgan asalariados del Plan Anticubano de EE.UU., dotado con unos 40 millones de dólares anuales para financiar la contrarrevolución dentro y fuera de Cuba, de la que han vivido conocidos oportunistas en los últimos 50 años.

Obviamente, cunde el pánico entre empresarios miamenses de la esfera turística, correveidiles, sargentos politiqueros, asoleados terroristas y otras excrecencias que infectan el sur de la Florida, ante la sola idea de que el parlamento estadounidense pueda aprobar las visitas de norteamericanos a la nación caribeña, donde gozarían de beneficios que hoy les niegan.

El carácter politizado y selectivo del informe de HRW -radicada en Nueva York--omite verdades sobre Cuba reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, la UNESCO, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y otras destacadas entidades. Prestigiosos expertos internacionales, imparciales, han constatado in situ la realidad de justicia social y protección de derechos humanos que disfrutan fundamentalmente en salud, educación y modo de vida los cubanos en la Isla, sin distinción de raza ni de sexo, un panorama cualitativamente muy superior al que prevalece en los propios Estados Unidos y en otras naciones a las que HRW bendice. ¿Por qué el "infiltrado" Steinberg no cita el informe que Cuba presentó el cinco de febrero último ante el mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos, y el amplio reconocimiento mundial que este recibió al constatarse las verdades NO sujetas a malas intenciones de intereses creados? ¿Será que los informantes y el propio paseante creen gozar de mayor credibilidad que los embajadores acreditados en Cuba por las naciones que mantienen relaciones estables con la mayor de las Antillas?. ¿Acaso no le dice nada a HRW el abrumador respaldo a este país en la reciente Asamblea General de la ONU, cuando 187 naciones de las 192 representadas votaron contra el bloqueo económico, comercial y financiero que EE.UU. aplica con intención genocida contra las familias cubanas desde hace medio siglo? A pesar de la propaganda pagada a medios de difusión plegados a desinformar sobre Cuba, la inteligencia de los seres humanos no puede ser objeto de burla por alguien sin exponerse al ridículo, ese que hoy alinea a HRW, a Vivanco y a Steinberg junto a otros crápulas vinculados a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense. De nuevo las malas intenciones y el cretinismo se evidenciaron con tan clara lucidez en el informe de un escribidor asalariado.


AIN/Rebelión

La dirección del Foro

Les reenvio correo que nos llegó desde el ICAP, con la dirección, del foro que se desarrollará en la ciudad de Holguin, Cuba, en el marco del V Coloquio Internacional por la libertad de los 5 héroes contra el terrorismo,que se está desarrolando hasta el día 23 de Noviembre.

Saludos fraternales
Ignacio Flores