48 años han pasado de la hazaña gloriosa en que campesinos, obreros, estudiantes e intelectuales, acudieron al llamado de su Patria, asumiendo su rol de milicianos, junto al Ejército Rebelde y a la Policía Nacional Revolucionaria, en defensa de la libertad y la independencia de la nación.
Playa Girón fue el punto principal de desembarco el día 16 de abril de 1961 de las fuerzas mercenarias entrenadas por la CIA. La Ciénaga de Zapata constituía una magnífica cabeza de playa para el desembarco de los mercenarios yanquis.
Sin embargo, para que el pueblo cubano echara por tierra uno de los planes más brutales y belicosos que el imperialismo concibiera en sus intentos de liquidar la naciente institucionalidad revolucionaria, solo fueron necesarios tres días; de ésto hace ya 48 años.
La consecuencia de este evento es celebrada en todas partes del mundo, porque en inferiores condiciones, con dignidad y valentía, las fuerzas patrióticas las emprendieron contra la mercenaria Brigada de Asalto 2506, sin concederle un minuto de respiro al invasor, hasta imponerle rendición en las arenas de Playa Girón.
Dos años habían sido más que suficientes para que los logros sociales de la Revolución produjeran profundo sentimiento de identidad en ese pueblo que ahora no estaba dispuesto a retroceder, y que en ese poco tiempo tomó conciencia de que los cambios que ellos protagonizaron, tenían demasiado que ver con el bienestar de sus hijos, de sus familias, de su clase, por los conceptos de justicia social, igualdad y dignidad.
A las cinco y media de la tarde del 19 de abril, tres dias despues del desembarco, Girón había sido ya recuperado por las fuerzas revolucionarias. La alegría del heroico pueblo fue emocionante, gritos, saludos y vivas a la Revolución resonaron en muchos puntos de Cuba, de América y del mundo.
Aunque los vencidos han intentado explicar durante 48 años semejante fracaso, la verdad se ha abierto paso ante la trascendencia del triunfo del pueblo cubano, que en esa madrugada saltaba de sus camas, y corría con sus armas en defensa de su revolución, del Socialismo, y de la soberanía nacional.
Protagonistas para siempre del futuro de Cuba, los combatientes caídos en Girón fusil en mano ante el fuego invasor, fueran milicianos, policías o soldados, tenían muy claro por qué y para qué defendían a su Revolución y ese camino recorrido.
Es esta actitud la que explica cómo se logró derrotar un proyecto que había sido planificado, organizado, financiado y dirigido hasta el último detalle por el gobierno del imperialismo, a través de la siniestra CIA.
Situaciones similares continuaron y continúan planificándose en las oficinas de la Casa Blanca, en el Pentágono, y en Florida contra la isla socialista, para aplastar el ejemplo de su revolución vencedora, pero ésta ha sabido responder con cincuenta años de alerta, y una dignidad ciudadana excepcional, propia de ese pueblo ejemplar.
La civilidad cubana ha sabido rendir glorias a través de los años a estos héroes defensores de sus conquistas, primeros en la historia en derrotar al imperialismo yanqui en América; mantiene presente el recuerdo de los caídos, en cumplimiento de su deber patriótico, y con la fe puesta en los principios y valores cultivados por la lucha y sus organizaciones sociales, gestoras principales de la Revolución Cubana.
Para ese pueblo, y para millones de latinoamericanos, la experiencia de Girón es, como el agua y el aire, indispensable para vivir, es también el componente de vida que habla de su voluntad popular de tener Patria socialista, y disposición para morir por ella, en su tierra soberana, que supo defender la libertad, la dignidad, y el principio de compartir pan con justicia.
Todo sobre los hechos, día por día:
Playa Girón fue el punto principal de desembarco el día 16 de abril de 1961 de las fuerzas mercenarias entrenadas por la CIA. La Ciénaga de Zapata constituía una magnífica cabeza de playa para el desembarco de los mercenarios yanquis.
Sin embargo, para que el pueblo cubano echara por tierra uno de los planes más brutales y belicosos que el imperialismo concibiera en sus intentos de liquidar la naciente institucionalidad revolucionaria, solo fueron necesarios tres días; de ésto hace ya 48 años.
La consecuencia de este evento es celebrada en todas partes del mundo, porque en inferiores condiciones, con dignidad y valentía, las fuerzas patrióticas las emprendieron contra la mercenaria Brigada de Asalto 2506, sin concederle un minuto de respiro al invasor, hasta imponerle rendición en las arenas de Playa Girón.
Dos años habían sido más que suficientes para que los logros sociales de la Revolución produjeran profundo sentimiento de identidad en ese pueblo que ahora no estaba dispuesto a retroceder, y que en ese poco tiempo tomó conciencia de que los cambios que ellos protagonizaron, tenían demasiado que ver con el bienestar de sus hijos, de sus familias, de su clase, por los conceptos de justicia social, igualdad y dignidad.
A las cinco y media de la tarde del 19 de abril, tres dias despues del desembarco, Girón había sido ya recuperado por las fuerzas revolucionarias. La alegría del heroico pueblo fue emocionante, gritos, saludos y vivas a la Revolución resonaron en muchos puntos de Cuba, de América y del mundo.
Aunque los vencidos han intentado explicar durante 48 años semejante fracaso, la verdad se ha abierto paso ante la trascendencia del triunfo del pueblo cubano, que en esa madrugada saltaba de sus camas, y corría con sus armas en defensa de su revolución, del Socialismo, y de la soberanía nacional.
Protagonistas para siempre del futuro de Cuba, los combatientes caídos en Girón fusil en mano ante el fuego invasor, fueran milicianos, policías o soldados, tenían muy claro por qué y para qué defendían a su Revolución y ese camino recorrido.
Es esta actitud la que explica cómo se logró derrotar un proyecto que había sido planificado, organizado, financiado y dirigido hasta el último detalle por el gobierno del imperialismo, a través de la siniestra CIA.
Situaciones similares continuaron y continúan planificándose en las oficinas de la Casa Blanca, en el Pentágono, y en Florida contra la isla socialista, para aplastar el ejemplo de su revolución vencedora, pero ésta ha sabido responder con cincuenta años de alerta, y una dignidad ciudadana excepcional, propia de ese pueblo ejemplar.
La civilidad cubana ha sabido rendir glorias a través de los años a estos héroes defensores de sus conquistas, primeros en la historia en derrotar al imperialismo yanqui en América; mantiene presente el recuerdo de los caídos, en cumplimiento de su deber patriótico, y con la fe puesta en los principios y valores cultivados por la lucha y sus organizaciones sociales, gestoras principales de la Revolución Cubana.
Para ese pueblo, y para millones de latinoamericanos, la experiencia de Girón es, como el agua y el aire, indispensable para vivir, es también el componente de vida que habla de su voluntad popular de tener Patria socialista, y disposición para morir por ella, en su tierra soberana, que supo defender la libertad, la dignidad, y el principio de compartir pan con justicia.
Todo sobre los hechos, día por día:
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Gentileza Pato Dueñas
CSCUBA "Gladys Marín M."
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