22/10/08

El bloqueo en Salud , ¿Es o no genocidio?

Desde el año 2003, el Centro Nacional de Genética Médica, una prestigiosa institución perteneciente al polo científico del oeste de La Habana, solicitó al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos la autorización para adquirir un Analizador de Genes, a fin de continuar el desarrollo del Programa Nacional de Diagnóstico, Manejo y Prevención de Enfermedades Genéticas, iniciado a principios de la década de 1980.
Ningún imperio podrá impedir el desarrollo feliz de nuestros niños.
Ese Analizador posibilita el estudio en familias cubanas de los denominados "genes susceptibles" de enfermedades de alta prevalencia en la población, como el cáncer de mama, colon, próstata y el Alzheimer.Aunque esos avanzados equipos son producidos también por firmas de otros países, sus componentes son elaborados mayoritariamente por compañías estadounidenses, lo cual impide su compra.
Ni desde el punto de vista profesional, ni humano, la Doctora en Ciencias Médicas Beatriz Marcheco Teruel, directora del Centro de Genética, puede comprender "la sinrazón de esa inhumana actitud" del gobierno estadounidense, que cinco años después "ni siquiera se ha dignado a dar respuesta a nuestra solicitud". Ese es el "modus operandi" que ha adoptado.
Doctora en Ciencias Médicas Beatriz Marcheco Teruel.
La científica indicó que alrededor de un 75% de los reactivos necesarios en el Centro para el diagnóstico de enfermedades genéticas son producidos en EE.UU., algunos de manera exclusiva en ese país.
Citó el caso del Amniomax, utilizado para el diagnóstico prenatal de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down. Por su prohibición de venta a Cuba, el sistema de salud se ha visto obligado a pagar casi tres veces más por los frascos de esos reactivos (cada uno alcanza para tres embarazadas), al tener que adquirirlos en mercados de lejanos países.
Para ofrecer una idea de las erogaciones que ello comporta, baste señalar que durante el 2007 se realizaron nacionalmente cerca de 7 000 estudios prenatales cromosómicos y, en el año en curso, alcanzan ya casi 6 000. RESPUESTAS ANTE CADA GOLPE CRIMINAL
Es bien conocido que todos los niños y niñas en nuestro país, entre el quinto y el décimo día de su nacimiento, reciben "un pinchazo en el talón", dirigido a la detección temprana de cuatro enfermedades metabólicas, causantes de severas discapacidades.
La sangre obtenida para esos diagnósticos se deposita en un papel con características especiales, denominado Whatman, y luego se procesa con la tecnología SUMA (Sistema Ultramicroanalítico) de producción cubana.A esta altura de la entrevista con la doctora Beatriz Marcheco no median palabras. Me extiende una misiva que recibió con fecha 4 de junio del 2008, que dice textualmente:
"Les informamos que recientemente la Empresa Whatman, originaria de Inglaterra, fue comprada por GE (General Electric) Healthcare de los EE.UU."Hemos recibido comunicación de GE en el sentido que se nos prohíbe terminantemente vender productos de Whatman en Cuba."Por lo tanto hemos procedido a anular todos los pedidos pendientes de nuestros clientes en Cuba y hemos desactivado por completo nuestras actividades en relación a los productos Whatman."
De los 112 472 niños y niñas nacidos el pasado año, a 109 418 se les realizaron los diagnósticos, para un 97,3% de los nacimientos.Quieren ahora, dice la doctora Marcheco, impedir el desarrollo normal de nuestros hijos, y de golpe y porrazo, como un portazo en pleno rostro, dicen: desde mañana mismo no tienen acceso al recurso que necesitan para realizar los diagnósticos.
Sin embargo, subraya, una de las cosas que más me impresionan siempre de estas sistemáticas agresiones de un gobierno tan poderoso, es la actitud de resistencia y lucha de nuestro Estado revolucionario que, de inmediato y ante cada acción criminal del bloqueo, busca alternativas y variantes para mantener disponibles servicios de salud tan preciados y requeridos por la población.
Olvidan, dice, que para la Revolución cubana la salud es un derecho humano inalienable.
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Fuente : JOSÉ A. DE LA OSA
ICAP

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