15/4/08

PARTICIPACIÓN CHILENA EN LA INDEPENDENCIA DE CUBA

El libro "Chile en la Independencia de Cuba", de René González Barrios, que recoge la participación de los chilenos en la gesta independentista cubana, fue presentado, el sábado 5, en el marco de la Fiesta de los Abrazos. La doctora Olga Fernández, Consejera de la embajada de Cuba en Chile, manifestó que es un valioso aporte que contribuye al rescate de la memoria histórica de los pueblos latinoamericanos.

La gesta independentista cubana —comenzada cuando ya América era libre, con excepción de Puerto Rico y Cuba— atrajo la simpatía y la solidaridad de muchos hombres y mujeres dignos de Latinoamérica e, incluso, de la propia España y de Estados Unidos. Había, por tanto, muchos mambises no nacidos en esta tierra y entre ellos, sobresalieron por su abnegación y arrojo los chilenos."Chile en la independencia de Cuba", del Teniente Coronel René González Barrios* (Cuba, 1961) cuenta la historia de esos hombres e incluye el testimonio de uno de ellos, el capitán Carlos Dublé, acerca de su estadía en la manigua irredenta.

CHILENOS EN CUBA

Entre los más significativos chilenos que amaron la independencia cubana se encuentra Benjamín Vicuña Mackenna, historiador, político, intendente de Santiago, quien desempeñó un papel decisivo a favor de la emancipación de nuestra patria.
También ocupa un lugar especial en esa relación el general de brigada del Ejército Libertador, Pedro Vargas Sotomayor, que participó activamente en la invasión junto a Maceo, y en cuya memoria se levanta un obelisco cerca del lugar donde debió ser enterrado, en las estribaciones de El Rubí, al norte de Pinar del Río.

Otros chilenos en el Ejército Libertador fueron el teniente coronel Arturo Lara, "el León Chileno"; los comandantes Ricardo Elizari, "el padre chileno", y Manuel R. Marcoleta; los capitanes Carlos Dublé, Federico Gabler, José Lino Varas, Carlos Bounocore; el teniente Juan A. Brunet, el alférez Luis Ahumada, los soldados José Betancourt y Francisco Paneque, cuya presencia en los campos de Cuba Libre ha sido verificada en fuentes documentales.

González Barrios ha incorporado a su libro el testimonio de Carlos Dublé Alquízar, que fuera dictado por este a su amigo Emilio Rodríguez Mendoza y publicado en Valparaíso en 1890 con el título En la Manigua.

Rodríguez Mendoza —considerado una de las voces más preclaras de Chile en los albores del siglo XX— supo dar a la narración de Dublé un encanto peculiar e interpretó y vivió la historia con la misma fascinación que el protagonista. Enamorados de la causa cubana, Carlos Dublé y Rodríguez Mendoza escribieron el libro "a cuatro manos, o más bien, a dos almas: la del testimoniante y la del escritor, ambos, enfermos de patriotismo", escribe el autor del libro.

Al prologar En la Manigua, González Barrios valoró que "aún en este vertiginoso siglo XXI, tiene el libro un magnetismo tan conmovedor, que resulta muy difícil que quien lo tome en sus manos se separe de él. Se trata de una narración sublime, sincera, apasionada, que se saborea desde el primer sorbo como ese buen vino chileno de las praderas de Maipo".

Ya Martí había dicho, desde su posición como delegado del Partido Revolucionario Cubano (PRC), que la guerra en Cuba necesitaba de armas y no de hombres, pues sobraban brazos en esta tierra para luchar por la libertad.

Muerto Martí, su sustituto Tomás Estrada Palma mantuvo esta línea, también porque resultaba muy difícil, en particular a los extranjeros, entender las características de la lucha irregular en que estaban empeñados los cubanos. No obstante, nada pudo frenar la solidaridad americana con la causa cubana.

El libro de Dublé refleja toda "la crudeza de una epopeya, en la que un puñado de hombres combatía en condiciones abismalmente desventajosas, contra el ejército colonial más poderoso que España jamás desplegara en el mundo", según González Barrios.

El capitán chileno combatió en La Habana y en Matanzas, las dos provincias donde se concentraba la mayor fuerza española, a las órdenes de dos héroes legendarios: el coronel Néstor Aranguren y el general Pedro E. Betancourt. Su testimonio es "objetivo en el juicio y pródigo en elogios" hacia sus compañeros de armas, y en él se aprecian el profundo pesar y la frustración por la forma en que concluyó esta guerra, con la intervención norteamericana que arrancó el triunfo a los mambises y retardó la independencia de nuestra patria.

Aunque no es este el único testimonio de un combatiente extranjero acerca de las guerras por la independencia de Cuba —ahí están, por solo citar dos ejemplos, el del Generalísimo Máximo Gómez Báez, y el del español y jefe del Estado Mayor de Maceo, José Miró Argenter— el de Dublé sobresale por su calidad literaria.

Fuente : Comunicaciones G-80
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Nota del Editor :creemos de vital importancia este articulo para iniicar nuestro trabajo, dar a conocer la gesta internacionalista de hombres chilenos que combatieron por la Independecia de nuestra querida Cuba.

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