El Tribunal Municipal de Camagüey sancionó hoy a penas de prisión a dos individuos que apedrearon un ómnibus urbano en horas de la madrugada del 15 de abril último.
En un juicio ejemplarizante en la base de ómnibus 01 Manuel Zabalo, en esta ciudad, el órgano de justicia impuso condena de un año de privación de libertad, subsidiada por igual tiempo con trabajo correccional con internamiento, a Juan Carlos Marín Cipriano, de 22 años de edad, por ser el autor del hecho.
También a William Miguel Rodríguez Collado, de 29, a siete meses con idéntica pena por cómplice, quien junto a Marín Cipriano deben resarcir al Estado, la suma de mil 008 pesos con 63 centavos por los daños al vehículo.
Julio Rodríguez Perera, chofer del ómnibus, declaró en el juicio que ese día estaba en función de recoger a varios conductores, cuando ocurrió el hecho que fracturó uno de los parabrisas.
La fiscalía demostró la peligrosidad social y trascendencia jurídica y política del suceso, al afirmar que técnicamente es un delito de daños, y que estas personas conscientes o inconscientemente les hacen el juego a los enemigos del pueblo y de la Revolución.
Marín Cipriano estudia la carrera de Derecho gracias al programa de Universalización de la Enseñanza Superior, y Rodríguez Collado es trabajador.
Los sancionados, representados en el juicio por un letrado de la defensa, tienen derecho a apelar al Tribunal Provincial.
En un juicio ejemplarizante en la base de ómnibus 01 Manuel Zabalo, en esta ciudad, el órgano de justicia impuso condena de un año de privación de libertad, subsidiada por igual tiempo con trabajo correccional con internamiento, a Juan Carlos Marín Cipriano, de 22 años de edad, por ser el autor del hecho.
También a William Miguel Rodríguez Collado, de 29, a siete meses con idéntica pena por cómplice, quien junto a Marín Cipriano deben resarcir al Estado, la suma de mil 008 pesos con 63 centavos por los daños al vehículo.
Julio Rodríguez Perera, chofer del ómnibus, declaró en el juicio que ese día estaba en función de recoger a varios conductores, cuando ocurrió el hecho que fracturó uno de los parabrisas.
La fiscalía demostró la peligrosidad social y trascendencia jurídica y política del suceso, al afirmar que técnicamente es un delito de daños, y que estas personas conscientes o inconscientemente les hacen el juego a los enemigos del pueblo y de la Revolución.
Marín Cipriano estudia la carrera de Derecho gracias al programa de Universalización de la Enseñanza Superior, y Rodríguez Collado es trabajador.
Los sancionados, representados en el juicio por un letrado de la defensa, tienen derecho a apelar al Tribunal Provincial.
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Fuente : AIN
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