3/6/08

Dignidad y soberanía violadas

Robert Gates, secretario de Defensa de Estados Unidos, declaró recientemente que el gobierno del presidente Bush está 'atorado' en el centro de detención en la bahía de Guantánamo, Cuba, y no sabe qué hacer con algunos de los prisioneros, sospechosos de terrorismo.
El secretario de Defensa, quien recomendó el año pasado el cierre de esa base y había apoyado los reclamos por la clausura del centro, dijo en una audiencia del Senado que hay numerosos asuntos legales y prácticos por resolver antes de extraer a los reclusos y cesar las funciones del centro de detención.
Gates informó a la comisión de senadores que, por lo menos, 60 prisioneros no podrían ser devueltos a sus países de origen porque Estados Unidos está preocupado de que sean dejados en libertad o bien porque sus gobiernos no los acepten de vuelta.
Aseguró que, de unas 500 personas que han sido liberadas de la base en Guantánamo desde que fuera establecido el centro de detención hace seis años, por lo menos treinta han participado en actividades militantes luego de excarcelados.
Uno de los primeros prisioneros en el centro de torturas de la Bahía de Guantánamo, Murat Kurnaz, ciudadano turco nacido en Alemania, había testimoniado la semana precedente ante un panel de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, por medio de video satelital.
Kurnaz relató a los congresistas del subcomité de Asuntos Exteriores momentos de su historia de cinco años de detención, incluyendo algunas de la amplia gama de torturas y abusos que había padecido.
Explicó cómo había sido detenido en Pakistán durante una visita por motivos religiosos y fue clasificado como 'combatiente enemigo' sin elemento alguno para tal acusación.
Kurnaz relató que fue sometido a golpizas, descargas eléctricas y 'el submarino o tratamiento de agua', consistente este último método de tortura en ser mantenido con la cabeza sumergida en el agua mientras se le golpea en el estómago y se le fuerza a aspirar el líquido. Le aplicaron choques eléctricos, le hicieron pasar hambre, lo encadenaron a un techo durante días. Kurnaz también aseguró que fue obligado a tomar medicaciones alucinantes y fue sometido a abuso sexual y religioso.
Su caso se filtró el año pasado hasta Alemania y se reveló que las fuerzas armadas estadounidenses lo mantuvieron prisionero durante casi cinco años a pesar de haber reconocido su inocencia en privado apenas meses después de su captura.
Kurnaz, quien fue liberado de Guantánamo en 2006 a resultas de una gestión personal de la canciller alemana Angela Merkel, dijo que él jamás ha tenido vínculos con terroristas ni conoce a Osama Bin Laden a quien 'culpa por la pérdida de cinco años de su vida'.
Cuando se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado norteamericano Sean McCormack acerca del testimonio de Kurnaz en el Congreso, este dijo: 'No puedo decirlo más claramente que el Presidente de Estados Unidos, y él dice que Estados Unidos no tortura'.
Según los más recientes informaciones de organizaciones que han venido denunciando esta vergüenza internacional, en el centro de torturas que funciona desde 2002 en la base militar que Estados Unidos estableció hace mas de cien años en un espacio ocupado por la fuerza del territorio cubano, hay actualmente 280 prisioneros custodiados por 7000 militares estadounidenses.'
No han sido juzgados y, en la mayor parte de los casos, no se ha formalizado jurídicamente su detención. Viven aislados en sofocantes jaulas no mayores que un urinario, sin ventanas, con temperaturas por encima de los 38 grados C (100F)', según testimonio de Zachary Katznelson, un abogado londinense portavoz de un grupo denominado REPRIEVE (Indulto) que libra una campaña contra el centro de torturas.'
La torturas que practican los americanos son variadas e inhumanas. Una es enfriar la celda con una corriente de aire congelado; otra es la de llevarlos a vuelos simulados en los que les aplican bárbaras torturas', denunció Katznelson.'Hay ocho prisioneros en huelga de hambre hace más de un año reclamando que se les haga un juicio o se les excarcele. A ellos se les alimenta por la fuerza dos veces por día con mangueras que les introducen por la nariz hasta el estómago que no siempre son lubricadas y lavadas debidamente al pasarlas de uno a otro penado huelguista', reveló el abogado según un artículo de la periodista Angela Levin titulado 'Greetings from Guantanamo Bay' (Saludos de la Bahía de Guantánamo), publicado en el periódico Daily Mail, de Londres, el 4 de mayo de 2008.
Es ciertamente inaudita la manipulación del tema de los derechos humanos que alguna vez permitió al gobierno de los Estados Unidos presentarse como líder mundial de la lucha por su respeto como arma para el avasallamiento de los países del tercer mundo.
Son muchos los que en Estados Unidos reconocen la urgencia de cerrar el bochornoso centro de torturas de prisioneros que su gobierno mantiene en Guantánamo, pero es preciso que igualmente se ponga fin a la ocupación de ese espacio que, hace más de 105 años, invade la base militar que denigra el derecho internacional y ofende la dignidad del pueblo cubano.
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Por: Manuel E. Yepe
ARGENPRESS

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