11/7/08

El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias (5)

El discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 26 de julio de 1973 en ocasión del XX Aniversario del asalto al Moncada, constituyó una lección de historia y un llamado de alerta sobre los graves problemas que acecharían a la humanidad. Por el conocimiento histórico y político que aporta, Granma lo reproduce por partes en homenaje al aniversario 55 de la gesta

¿Qué aportó el marxismo a nuestro acervo revolucionario en aquel entonces? El concepto clasista de la sociedad dividida entre explotadores y explotados; la concepción materialista de la historia; las relaciones burguesas de producción como la última forma antagónica del proceso de producción social; el advenimiento inevitable de una sociedad sin clases, como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo y de la revolución social. Que "el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa". Que "los obreros modernos no viven sino a condición de encontrar trabajo, y lo encuentran únicamente mientras su trabajo acrecienta el capital". Que "una vez que el obrero ha sufrido la explotación del fabricante y ha recibido su salario en metálico, se convierte en víctima de los otros elementos de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etcétera". Que "la burguesía produce ante todo sus propios sepultureros", que es la clase obrera.
El núcleo fundamental de dirigentes de nuestro movimiento que, en medio de intensa actividad, buscábamos tiempo para estudiar a Marx, Engels y Lenin, veía en el marxismo-leninismo la única concepción racional y científica de la Revolución y el único medio de comprender con toda claridad la situación de nuestro propio país.
En el seno de una sociedad capitalista, contemplando la miseria, el desempleo y la indefensión material y moral del pueblo, cualquier hombre honesto tenía que compartir aquellas irrebatibles verdades de Marx, cuando escribió: "Os horrorizáis de que queramos abolir la propiedad privada. Pero en vuestra sociedad actual la propiedad privada está abolida para las nueve décimas partes de sus miembros. Precisamente porque no existe para esas nueve décimas partes existe para vosotros. Nos reprocháis, pues, el querer abolir una forma de propiedad que no puede existir sino a condición de que la inmensa mayoría de la sociedad sea privada de propiedad".
El marxismo nos enseñó sobre todo la misión histórica de la clase obrera, única verdaderamente revolucionaria, llamada a transformar hasta los cimientos a la sociedad capitalista, y el papel de las masas en las revoluciones.
"El Estado y la Revolución", de Lenin, nos esclareció el papel del Estado como instrumento de dominación de las clases opresoras y la necesidad de crear un poder revolucionario capaz de aplastar la resistencia de los explotadores.
Únicamente a la luz del marxismo es posible comprender no solo el curso actual de los acontecimientos, sino también toda la evolución de la historia nacional y el pensamiento político cubano en el siglo pasado. (Continuará)

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